Duarte y la corrupta Oderbrecht

JDO se burla de señalamientos

Aumentar impuestos, exprimir la piedra

 

Marco Antonio Aguirre Rodríguez

 

Místicos y Terrenales

 

Javier Duarte hoy no quiere mostrar los negocios que ha hecho con Oderbrecht y para ocultarlos incluso cae en contradicciones y hasta en intentos de violar las leyes del país.

Hoy quiere embargar (porque eso es lo que pretende hacer) cerca de 7,000 millones de pesos de las participaciones federales para entregar el dinero a una empresa de la cual no quiere dar el nombre, ni tampoco los tiempos por los que estarán embargadas las participaciones.

Lo importante es sustraer el dinero y llevárselo.

Oderbrecht es la transnacional con la que Javier Duarte, y el fidelato, tienen compromisos para generar electricidad en el país.

El nombre ya no será el de la empresa con la que pretendían construir la presa sobre el río Los Pescados, Texolo Energía Renovable, ni con la que decían que acarrearían agua hacia Xalapa, Sociedad Proyecto de Propósitos Múltiples Xalapa, si no que será otro el nombre que tendrá.

Oderbrecht, no se debe de olvidar, es una empresa que tiene acusaciones por toda Latinoamérica de corrupción.

Y en Veracruz el gobierno del estado le abrió las puertas de par en par a Marcelo Oderbrecht, el presidente de la constructora con sede en Brasil, para diversos proyecto.

Marcelo Oderbrecht está preso en su país natal por corrupción.

La sospecha es que todos sus contratos fueron conseguidos por esa vía, la del contubernio.

¿Y si eso fue así en Brasil, porqué no habría de ser igual en Veracruz?.

Oderbrecht construye en el sur del estado el complejo petroquímico Etileno Siglo XXI, el mayor de Latinoamérica en proceso.

A Oderbrecht el gobierno de Veracruz le entregó también la operación del sistema de agua de Veracruz, junto con otra empresa de negros antecedentes, Aguas de Barcelona, la cual opera el sistema de agua de Saltillo, Coahuila, donde incrementaron el precio del servicio en un 300%.

Si Oderbrecht opera con el sistema de corrupción, ¿cuál habrá sido la participación que se le dio a quien autorizó que se le entregase el sistema de agua de Veracruz a esa empresa?.

¿Quién tiene tanta fuerza en Veracruz como para ordenar, y que se cumpla, que se le haya entregado la concesión al corrupto consorcio brasileño?.

Una muestra de que Oderbrecht, Aguas de Barcelona y gobierno del estado no están dispuestos a soltar las grandes ganancias, es que buscan eludir la responsabilidad de liquidar a los trabajadores del sistema de aguas de Veracruz conforme a la ley.

El gobierno del estado en lugar de proteger los derechos de los trabajadores, como debería corresponder ante una violación tan evidente, apoya a las empresas corruptas.

¿Cómo un gobernador puede apoyar a empresas corruptas y no los intereses sociales?.

Y tan lo hace que incluso ordenó el ingreso de la policía naval a las oficinas de agua potable.

Javier Duarte habla de embargar las participaciones para –dice- asegurar el abasto de energía eléctrica para el gobierno del estado y a los ayuntamientos.

¿Y a quién pretende comprársela si el único proveedor de energía eléctrica en el país es la Comisión Federal de Electricidad?.

En 2016 se pretende abrir el mercado para que existan otros proveedores.

Pero esos todavía no están instalados.

Y Javier Duarte sólo tiene compromisos con Oderbrecht para el negocio del abasto de energía al gobierno del estado y municipios.

La desesperación de Javier Duarte por jalar dinero es muy fuerte.

Y no es precisamente para pagar las múltiples deudas que tiene su gobierno, porque esas pretende dejarlas intactas.

 

AUMENTAR IMPUESTOS, EXPRIMIR LA PIEDRA. Javier Duarte está desesperado por sacar la mayor cantidad de recursos que se pueda.

Quiere exprimir la piedra hasta dejarla más que seca.

Total, no piensa regresar a Veracruz si el gobierno del estado queda en manos de alguien que no sea del grupo del fidelato.

Por eso ahora quiere hacer parejo el cobro del impuesto del 3% sobre la nómina.

La medida fue criticada incluso por el senador José Francisco Yunes Zorrilla, quien refirió que antes de buscar el incremento de los impuestos, el gobierno del estado debe hacer un esfuerzo de austeridad y ajuste en el gasto público, como lo hace el gobierno federal.

Y si después de esto es necesario aumentar impuestos, pues tiene que haber todo un proceso de socialización y de racionalización de la medida con los sectores que se van a afectar con este sacrificio”, añadió.

Pero a Javier Duarte eso no le importa, porque lo que le interesa es sacar más y más dinero, de donde ya no hay.

Exprimir y exprimir más la piedra, hasta volverla polvo.

Secar más y más a los terrenales de Veracruz e incluso a los místicos de la iniciativa privada.

 

JDO SE BURLA DE SEÑALAMIENTOS POR CORRUPCIÓN. A Javier Duarte se le resbalan los señalamientos de corrupción.

Vaya, ante la declaración hecha por el senador Héctor Yunes de que pescará “peces gordos” de la corrupción y malversación de fondos públicos cuando sea gobernador de Veracruz, Javier Duarte le regaló una caña de pescar.

Y cuando se la entregó, el subconsciente lo traicionó y le dijo:

“Yo le pido que mida con la misma vara a los de enfrente, que son peores todavía sin importar que sean familiares”.

Los “de enfrente” son los Yunes azules. Y entonces los “de este lado” son Javier Duarte y todos los de su grupo.

Por tanto si los “de enfrente” son peores, significa que los “de este lado” son corruptos… pero no tanto.

“He escuchado y he leído en algunos medios de comunicación su afición por la pesca, así que me permito regalarle al Senador Héctor Yunes esta caña de pescar para que pesque esos peces gordos que busca... y le digo que aquí en el Estero hay unos peces gordos también muy importantes que puede pescar con esta caña”.

“Yo le pido que mida con la misma vara a los de enfrente, que son peores todavía sin importar que sean familiares”.

 

ELIMINAR A OPOSITORES. Y los de enfrente, los Yunes azules en ningún momento aceptan la acusación.

De hecho Miguel Ángel Yunes Márquez, el alcalde de Boca del Río, denuncia que en su contra iniciaron una persecución política, no un procedimiento jurídico.

Y en un limpio manejo del lenguaje menciona que “no me acusan ni de malversar, ni de desviar recursos públicos, me acusan de tener una casa” y en esencia, es cierto lo que dice.

La casa, su casa, le dan un valor de más de 10 millones de pesos.

“Lo que Duarte intencionalmente hace es poner en riesgo a mi familia, a mi esposa, a mis hijos, y también a mí, al difundir que tengo cantidades enormes de dinero, en un escenario en el que los secuestros desgraciadamente se han convertido en parte de la vida diaria y del terror y la sensación de inseguridad de todos los veracruzanos”, reclama.

E insiste: “Nos está poniendo como blanco de la delincuencia con total irresponsabilidad y con base en “datos” falsos”.

Por lo cual afirma que “si algo sucede tendrá que asumir la responsabilidad y las consecuencias”.

Yunes Márquez insiste que al imputarle una casa con un valor que no podría pagar “es mentira que quieran hacer justicia: usan el poder para la venganza política, para tratar de anular a los adversarios, para abrirle paso al PRI y provocar terror entre los opositores”.

Y sí, tiene razón. Javier Duarte teme que de llegar un gobernador que no sea de su línea “destape la cloaca”.

Por ello –enfatiza- han decidido perseguir a los que no pueden cooptar.