Veracruz escondió 6,664 Millones a la SHCP

Héctor Y. Responsabilidad a quien desvió deuda

Evangélicos: Rechazan apoyar a Duarte

 

 


Marco Antonio Aguirre Rodríguez

 

Místicos y Terrenales

 

El gobierno del estado de Veracruz escondió más de 6,664 millones de pesos de deuda pública con instituciones financieras a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), de acuerdo con el “Informe de la Auditoría realizada al conjunto de obligaciones garantizadas del sector público del gobierno del estado y municipios, al 27 de mayo de 2015”.

En ese “Informe de la Auditoría…” realizado por el Organo de Fiscalización del Estado (Orfis) en total se reportan 48,326 millones 757 mil pesos, como total de la deuda del gobierno del estado y de los municipios, mientras que en el informe de “Obligaciones financieras de entidades federativas, municipios y sus organizaciones” al segundo trimestre del año, que lleva la SHCP conforme a los reportes que le presentan los gobiernos estatales, el monto total que se reporta son 41,661 millones 900 mil pesos.

Es decir, el balance entregado a la Secretaría de Hacienda tiene un déficit de 6,664 millones 858 mil pesos.

¿Porqué el gobierno del estado escondió estos montos a la Secretaría de Hacienda?.

El documento del Orfis revela que la deuda total con instituciones financieras del gobierno del estado son 44,470 millones 801 mil pesos, que es la cantidad que reconoció Javier Duarte como deuda publica el 17 de agosto del 2015, el día que Enrique Peña Nieto anunció la entrega de la legislación secundaria para regular la deuda de estados y municipios.

En cambio, como deuda del estado se reportó ante la Secretaría de Hacienda 38,271 millones 500 mil pesos.

Más de 6,664 millones de pesos de diferencia.

En cambio con la deuda pública de los municipios la diferencia no fue tan grande, pues de 3,390 millones 400 mil pesos reportados a la SHCP, el Orfis en cambio encontró 3,855 millones 956 mil pesos. Con los municipios el déficit es de 465 millones 556 mil pesos y corresponde sobre todo a la deuda por 428 millones que la Comisión Municipal de Agua de Xalapa arrastra desde el trienio de Reynaldo Escobar y que luego fue ratificada por Ricardo Ahued, y que hasta ahora el gobierno del estado no había integrado a los pasivos.

Los resultados entregados a la Secretaría de Hacienda corresponden al último día de junio de este 2015, mientras que el Informe del Orfis se concluyó el 27 de mayo de 2015, un mes antes.

¿Porqué no cuadraron el balance del Orfis con el registro de deuda que la Sefiplan debía entregar a la SHCP?, ¿por qué Javier Duarte se atrevió a evidenciar la diferencia de cifras?.

¿Porqué las cuentas del Orfis tienen una mayor cantidad que lo reportado ante Hacienda?.

Pues así como antes nunca se había integrado la deuda de la CMAS de Xalapa, también nunca se habían sumado en las cuentas bancarias pendientes de pago, 4 créditos que el gobierno del estado tiene con Banobras, incluso desde el 2011 y que están como parte de los llamados “Bonos cupón cero”.

Son 5,981 millones de pesos, compuestos por 4,747 millones 64 mil pesos del Fondo Nacional de Reconstrucción (Fonarec) y 1,234 millones 499 mil pesos del Fondo de Apoyo para Infraestructura y Seguridad (Profise).

En el caso del Profise, cuando se autorizó que se contratase la deuda, el 6 de septiembre del 2012, se dijo que era para financiar 80 obras en 50 municipios; pero nunca se informó sobre esto.

Hasta ahora estos créditos aparecían sin información alguna en los estados de cuenta que presenta la Secretaría de Hacienda, y los créditos, reconocidos como tales, fueron contratados a un plazo de 20 años, o sea que el primero de estos financiamientos estará pagándose, si las cosas van bien, en el 2031.

¿En qué condiciones estarán para entonces quienes utilizaron estos créditos?.

Entre el Informe del Orfis sobre la deuda financiera de Veracruz y el reporte entregado a la Secretaría de Hacienda al segundo semestre del año, existen más diferencias, que demuestran la forma poco estricta en que llevan las cuentas de los pasivos financieros.

 

HÉCTOR YUNES, RESPONSABILIDAD A QUIEN DESVIÓ DEUDA. El problema de la deuda del gobierno del estado de Veracruz tiene un peso muy fuerte, tanto que los dos senadores priistas se preocupan ampliamente por la misma.

Héctor Yunes en específico, se ha reunido con Guillermo Ortiz Martínez, quien fue gobernador del Banco de México y Secretario de Hacienda con Ernesto Zedillo, para explorar las posibilidades de apoyo a la reestructura de la deuda financiera de Veracruz.

Héctor Yunes se pronunció el 24 de agosto porque se pague la deuda que se tienen con proveedores, sobre todo los del estado, muchos de los cuales –apuntó- son acreedores desde hace varios años.

Dijo que el próximo gobernador deberá revisar el uso de los dinero contratados y el Fiscal deberá fincar responsabilidad si existe algún desvío de recursos.

 

EVANGÉLICOS RECHAZAN APOYAR A DUARTE. El martes 25 de agosto Javier Duarte tuvo una reunión con representantes de asociaciones religiosas para la firma de un convenio con el Consejo Estatal de Seguridad Pública.

El gusto les duró muy poco, pues este jueves 27 de agosto, Alfredo Luna Murillo, presidente del Consejo Representativo de Iglesias Evangélicas en el Estado de Veracruz se desmarcó del mismo, por considerarlo invalido.

El convenio, no tuvo además la firma de ningún representante de la Iglesia Católica, mientras que otras religiones llegaron representantes, no los dirigentes de los grupos.

Alfredo Luna apuntó que esto sólo era una manipulación de Luis Bustos, quien trabaja en la oficina de Asuntos Religiosos del gobierno del estado y se dice dirigente evangélico.

La reunión fue convocada por el grupo inter religioso de mujeres “Por una sociedad mejor” AC., dirigido por Patricia Fierro Raffta, esposa de Luis Bustos.

Además de Luis Bustos y Patricia Fierro, otro de los firmantes del convenio fue Carlos Bustos, hermano del también funcionario público, mientras que el hijo de Luis Bustos y Patricia Fierro, también signó el documento, aunque en calidad de representante de una AC.

Así puesto esto que anunciaron como la integración de las distintas expresiones religiosas en Veracruz, quedó como un acto doméstico, entre una familia ligada al gobierno del estado y funcionarios del mismo.